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sábado, 14 de agosto de 2010
Encarrilada la maquina y JAVIER
El ‘Chuletita’ suma siete goles en cinco partidos
El tiempo parece haber esperado el momento perfecto para convertir a Javier Orozco en el delantero que Cruz Azul necesitaba. El ‘Chuletita’ debutó hace cinco años cuando apenas tenía 18, su maduración fue lenta, como si se quisiera cocinar un manjar que embelesa el paladar.Hoy Javier está convertido en un hombre, en un futbolista que atemoriza al rival porque su puntería es tan fina que en cinco partidos, cuatro de Liga y uno de Concachampions, ya ha metido siete goles. Orozco volvió a convertirse en la estrella, el celeste marcó dos de los cuatro tantos que La Máquina le propinó a Pachuca para dejar el marcador con un 4-1 contundente.
Cruz Azul regresó a la victoria tras haber sido herido frente a Pumas; con el triunfo los dirigidos por Enrique Meza, un viejo conocido del Pachuca, lograron llegar a nueve unidades para colocarse en la punta del Grupo 3.
Pachuca con su segunda derrota al hilo se quedó con cuatro puntos como segundo del Grupo 2. Para la Jornada 5 La Máquina viajará a Chiapas para enfrentar a Jaguares, aunque antes tendrá que hacer una escala en Toronto para jugar frente al equipo de la Ciudad en duelo correspondiente a la Concachampions. Pachuca recibirá a Monterrey.
EL PARTIDO
Establecer un nuevo vínculo con su afición era la única misión que Cruz Azul tenía al enfrentar a Pachuca. Para La Máquina era vital sanar heridas y comenzar a construir nuevos sueños con su hinchada, por ello, regresar a la senda del triunfo era vital en sus aspiraciones; los celestes no podían guardarse nada.
Los abrazos infinitos entre las directivas, y los jugadores celestes que pertenecieron a los de Hidalgo terminaron cuando Armando Archundia pitó el inicio del juego; entonces, no hubo más amistad que la que el juego permite.
Cruz Azul de inmediato tomó el control del balón entendiendo que si Santos había podido golear a los Tuzos en el Hidalgo, la jornada pasada, ellos podían hacer lo mismo en el Azul. Entonces, el hombre de mirada clara que habla poco pero cuando lo hace enmarca ese acento a canción ranchera que se vuelve como un tributo a su tierra, decidió volverse la estrella del juego para regresar a La Máquina a la senda del triunfo.
Javier Orozco se colocó en el lugar y momento indicado para empujar el balón que salió de la pierna del ‘Chaco’ Giménez cuando el argentino cobró un tiro de esquina. Calero faltando a su clase y técnica no hizo nada para detener la redonda y en el marcador de inmediato apareció el 1-0, cuando apenas en el reloj se contó el minuto 7.
Pachuca se envalentonó y atacó tratando de emparejar circunstancias, pero el remate de Edgar Benítez encontró la segura pierna de Jesús Corona. Pachuca murió pronto, después de la llegada del delantero paraguayo no quiso arriesgarse de más. Cruz Azul sin exigirse demasiado pero consciente de que podía hacer más grande el marcador, siguió marcando la pauta, controlando el balón, siendo amo y señor de la cancha; y aunque el duelo se estancó sin jugadas de verdadero peligro que hicieran vibrar, la paciencia celeste terminó por ser recompensada.
Villa logró meterse al área chica, sacó un disparo cruzado, Aguilar trató de detener la redonda pero lo único que hizo fue cambiarle la dirección, el balón pegó en el poste izquierdo para después hondear la red.
Lo que le siguió fue una fiesta para la afición celeste. Javier Orozco volvió a prender el balón y Calero no logró detenerlo, después el hidalguense Raúl Martínez trató de despejar con la cabeza pero la terminó metiendo en su marco un balón que había salido de las piernas de Chávez. El 4-0 era humillante para un Tuzo que no encontró la forma de revertir la situación.
Y aunque para su fortuna el gol del honor llegó gracias a que Huiqui le cometió una falta en el área a Herculez, el silbante marcó pena máxima y Benítez cobró con potencia, pegado al poste izquierdo, los Tuzos no encontraron satisfacción.
Pachuca no tuvo más porque jamás pudo tener el control, porque basó su ataque en esporádicos pases largos, porque la desesperación se apoderó de sus jugadores quienes buscaron ser en solitario los héroes.
Cruz Azul cerró la victoria de 4-1 porque le tuvo piedad a su rival, porque terminó por fallar cuando estaba sólo frente al marco. Pero al final, logró su cometido y su afición los despidió con una fuerte ovación.
ARBITRAJE
Armando Archundia. Bueno, el silbante como siempre se comportó a la altura del juego, siempre atento a la jugada y permitiendo el diálogo a los jugadores, aunque siendo estrictos le faltó amonestar a Joel Huqui tras la pena máxima cometida.
Fuente: mediotiempo.com
Fotos: una medio tiempo, las otras con nuestra camra