El Chuletita busca hacer historia

Javier Orozco cumplió su sueño de platicar a fondo con su ídolo, Carlos Hermosillo, quien le transmitió toda su sabiduría futbolística

Cuando Javier Orozco decidió dejar el beisbol y dedicarse por completoal futbol, solo tenía en mente un objetivo, convertirse en jugadorprofesional y militar en uno de los equipos más importantes de México.Su meta ha sido alcanzada. En el 2005 tuvo oportunidad de debutar conCruz Azul y, desde entonces, ha portado la camiseta cementera con granorgullo.Para el Chuletita, las cosas no han sido fáciles, ha pasado por variaspruebas y ha tenido que hacer muchos sacrificios, desde alejarse de sutierra, Los Mochis, Sinaloa hasta separace de su familia. Todo estetipo de cosas, lo han llenado de fortaleza y lo impoulsan a saliradelante, así como a seguir realizando sus sueños. Su ilusión deconvertirse en uno de los mejores delanteros de México y dejar huellaal igual que Carlos Hermosillo, uno de sus grandes ídolos, es algo muypresente en la mente del jugador.

Orozco admira la carrera de Carlos Hermosillo, confiesa que desde queera pequeño solía aplaudir las hazañas del veracruzano, pero nuncaimagino que algún día podría tener la experiencia de jugar en el mismoequipo y mucho menos portar el número que el goleador llevo por añosen su playera.Para Carlos Hermosillo es un halago poder estar en la mente de losjóvenes jugadores y sobre todo ser un modelo a seguir. En estaocasión, el goleador abrió las puertas de su casa a Javier Orozco,aprovechó para mostrarle algunos de sus reconocimientos que obtuvo alo largo de si carrera así como para darle algunos importantesconsejos."Los jovenes me recuerdan a cuando inicié, es importante que entiendanque tener la oportunidad de ser futbolista es único en el mundo, somosprivilegiados, puede haber muchos con estos deseos, puede haber muchosmejores que nosotros, pero que lleguen es muy difícil, ojala queJavier se discipline, sea ordenado, sepa perfectamente a dónde quierellegar, que lo disfrute y que trata de hacer su sueño.Me siento honrado y feliz, nosotros nos debemos a ellos y siempretenemos que tener tiempo para ellos, yo lo veo en mis hijos, cuando seacercan a un jugador o alguien que admiran te das cuenta de lafrustración o decepción que sienten si no los tratan bien", comentóHermosillo.

LA 27 POR SIEMPRECuando Javier Orozco llegó a las Fuerzas Básicas de Cruz Azul no teníauniforme para jugar, por lo que un amigo le prestó una playera, lacual casualmente llevaba el número 27, desde entonces, le tomó un grancariño, además de que sabía que lo había portado un gran jugador.Posteriormente, cuando debutó en Primera División, no dudo en pedir elmismo número, pues sabía que le traería gran suerte."Me da mucho gusto verlo con el 27, le agrdezco que hablé de mi, queme admire y que quiera ser como yo, cuando tu dejas una semillita y lagente te recuerda, cuando logras que un jugador de futbol te respete yquiera ser como tu, es algo muy importante y muy grato.Anteriormentenadie se ponía el 27, hoy hay muchos 27, pero el más bonito es el delCruz Azul, ojalá Javier lo haga más grande de lo que es", CarlosHermosillo.

fuente record.com.mx

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