Su nombre empieza a ser aplaudido por la afición de Cruz Azul. Su vida ha dado un giro tras ser el goleador de La Máquina en esta temporada, pero Javier Orozco reconoce que su objetivo todavía no se cumple: ser titular indiscutible, un título y ser convocado al Tricolor.
“No me siento figura. Soy un jugador más que pelea un puesto cada sábado. Cada fin de semana me pongo de meta ser titular y hago mi mayor esfuerzo para lograrlo. No me veo como figura, sino como Javier Orozco, un futbolista que quiere más.
“Deseo llegar a la cima. Hasta donde no haya más, seguir de titular con Cruz Azul, ganar un campeonato, llegar a la Selección”, suspira el Chuletita en entrevista con RÉCORD.
“Cruz Azul es mi familia, es mi tipo de vida. Cuando llego me siento en casa. Cruz Azul es una forma de vivir”. Javier acepta que su objetivo está en marcha, pero no pierde el piso debido a que lleva cinco años de lucha diaria en los entrenamientos para ser reconocido por los entrenadores de La Máquina.
“Vivo el momento. Ahora estoy haciendo goles, me comparan con otros jugadores, pero trato de tomarlo lo más sencillo que se pueda. Cuando uno está jugando se olvida de todo. Lo único que quieres es que el equipo salga bien. Me interesa que el equipo sea campeón y si vienen los goles, pues adelante”, añade Orozco, quien siempre se queda a practicar más tras finalizar los entrenamientos.
“Las ganas de triunfar nadie me las va a quitar. Siempre trato de ser el mejor, por eso me quedo. Los martes y miércoles hago remates, centros. Los jueves son tiros de media distancia, los viernes son ‘botadas’, recepción por la espalda, para tocar de primera.
“Un delantero juega mucho de espaldas, lo importante es que no te quiten la pelota. Lo importante es practicar, uno nunca deja de aprender. Cuando dices que ya aprendiste todo, es cuando ya estás volando muy arriba”.
Javier vive el presente, disfruta ser reconocido tras el trabajo para ser titular, pero no se pierde. Ahora está enfocado en Jaguares, a quien le ha anotado en los últimos dos encuentros en Chiapas.
“Siempre me ha tocado hacer goles. El profesor Siboldi me metió de titular en el Clausura 2009; ahí anoté el 3-2, fue cuando estábamos mal y quedamos en último
lugar. Siempre me toca hacer gol ahí en Chiapas, la temporada pasada, también; ojalá se pueda dar otra vez y que el equipo gane”.
Por lo pronto, Javier suspira, ve hacia el cielo, donde su padre le dejó claro que no hay límites:
“Mi anhelo es llegar a la Selección, sería un sueño, un privilegio. Pero primero, cada sábado, hay que ganarse un puesto con Cruz Azul”, finalizó.
fuente: record.com.mx
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