“Desde muy chico, mi abuelo me puso ese sobrenombre. Era muy delgado de pequeño, nacimos de una familia humilde y nos faltaba siempre el alimento fuerte: la carne. Vendíamos frijol en olla, me gustaba mucho la chuleta, aunque no la conocía, siempre la deseaba”, expresa don Luis, quien también trabaja de visor en Cruz Azul y jugó profesionalmente en Irapuato, Salamanca y Tecos.
“A mi papá siempre le han dicho ‘Chuletas’. Cuando mi hermano viene a Cruz Azul, igual, decía que no le llamaran Luis, sino ‘Chuleta’. Cuando me trajo a Cruz Azul, a mí nadie me preguntó mi nombre, me decían ‘Chuletita’, ‘Chule’, ‘el Chuletas’; se me quedó. Ahora me gusta. Antes en Sinaloa nadie me decía así, me llamaban por mi nombre”, comparte el goleador cementero, quien se siente orgulloso de que su padre trabaje en la institución.
“Es padre que mi papá esté aquí, porque también está en casa. Somos de casa, le deseo éxito, ojalá le vaya bien. Es algo que él siempre quería, ser visor del futbol, porque jugó.
Ahora que está, pues le deseó éxito y aproveche las oportunidades”, añade Javier, quien posó con la playera celeste al lado de su progenitor.
fuente: record.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario